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¿ES PELIGROSO SER FUNCIONARIO DE PRISIONES? TE LO CONTAMOS

Ser Ayudante de Instituciones Penitenciarias tiene cantidad de ventajas y por eso es una muy buena opción de cara a disfrutar del futuro con tranquilidad. No obstante, una de las dudas más frecuentes es si es peligroso ser funcionario de prisiones, pero en esta entrada vamos a aclarar que es un oficio seguro, además de contar con otros alicientes que motivan a preparar las oposiciones tales como el sueldo o los horarios .

¿Te apetece conocer la realidad penitenciaria sobre la peligrosidad o seguridad que entraña ser Ayudante de Instituciones Penitenciarias? ¡Sigue leyendo y descúbrelo!

¿QUÉ SE ESPERA DE UN FUNCIONARIO DE PRISIONES?

Si bien en las oposiciones de Ayudante de Instituciones Penitenciarias no se exigen pasar pruebas físicas ni examen psicotécnico, sí que conviene que los funcionarios cuenten con unos rasgos que les ayuden ya no solo a desempeñar su trabajo con mayor eficacia, sino también a llevarlo bien a nivel personal.

No es necesario contar con una forma física excepcional, puesto que la fuerza personal es un medio coercitivo que se utiliza solo en casos de extrema necesidad y en el periodo de prácticas se recibe formación al efecto; pero ser una persona mentalmente estable es algo fundamental.

Esta es una profesión muy humana y gratificante en la que la empatía se pone a prueba a diario, sin perder nunca de vista la rectitud que supone estar ejerciendo un cargo público. Hay que tener en cuenta que en la gran mayoría de los casos, los funcionarios no procedemos de ambientes delincuenciales, pero que en nuestra carrera penitenciaria estamos en contacto directo con personas con niveles sociales, culturales, educativos y económicos a menudo muy diferentes de los nuestros.

El trato con los internos siempre debe ser correcto y cercano en la medida de lo posible, pero sin traspasar nunca la línea que separa lo profesional de lo personal.

Es esencial ser conscientes en todo momento de que nuestra vida está fuera de la prisión, no dentro, y que llevarse los problemas a casa no nos hace mejor profesionales, sino todo lo contrario.

Toda esta estabilidad emocional ayudará a que un funcionario o funcionaria sea un buen profesional y que su trabajo no le afecte a nivel personal de una manera negativa.

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4 RAZONES POR LAS QUE SER FUNCIONARIO DE PRISIONES NO ES TAN PELIGROSO

La prisión es una institución muy hermética por razones de seguridad, y eso hace que las referencias que tenemos sobre ellas se basen en películas y series de televisión que al fin y al cabo son ficción y suelen arrojar una imagen muy distorsionada de la realidad penitenciaria.

Cuando alguien aprueba una oposición de profesor o de auxiliar administrativo, estas dudas no surgen porque todo el mundo ha pisado alguna vez un colegio o una oficina; pero esto no suele ocurrir con la cárcel.

¡Que no cunda el pánico! Vamos a desmontar mitos y a mostrarte que no es peligroso ser funcionario de prisiones.

HAY DIFERENTES PUESTOS DE TRABAJO

Si bien todos los Ayudantes de Instituciones Penitenciarias tienen que aprobar los mismos exámenes, no todos desempeñan los mismos puestos de trabajo, por tanto el contacto con los internos difiere de unos a otros:

  • Funcionarios de prisiones en oficinas. En este puesto, no tendrás ningún contacto con los internos. Realizarás las imprescindibles tareas burocráticas que necesita un centro penitenciario para que su funcionamiento sea óptimo.
  • Funcionarios de vigilancia en V1. Es el puesto en el que más contacto se tiene con los internos, puesto que suele desarrollarse en los propios módulos, en enfermería o en ingresos y consiste en llevar a cabo tareas tales como observación, cacheos, requisas o recuentos.
  • Funcionarios de vigilancia en V2. En este puesto de trabajo se tiene menos contacto con los internos que en V1, a pesar de pertenecer igualmente al área de vigilancia. Los funcionarios aquí destinados se dedican, entre otras cosas, al control de accesos, rastrillos exteriores, cocina o comunicaciones.

Por lo tanto, en algunos puestos de trabajo directamente no se tiene contacto con reclusos o de forma mínima, así que el riesgo desaparece y se puede decir que no es nada peligroso ser funcionario de prisiones si esa es tu función.

EL NÚMERO DE AGRESIONES ES MÍNIMO Y VA EN DESCENSO

Es cierto que las cárceles de hace décadas no tenían nada que ver con las actuales y que en ellas se respiraba un ambiente tenso y violento; pero afortunadamente las circunstancias han cambiado muchísimo en los últimos años y no es peligroso ser funcionario de prisiones.

En el año 2019 la población penitenciaria española era de 50.248 internos repartidos en 88 centros penitenciarios, y se registraron 223 agresiones en general, lo que quiere decir que en ese número computan tanto los insultos como los empujones, patadas o ataques más serios. En cambio, si nos remontamos al año 2016, el número de agresiones fue de 356, lo que quiere decir que va en descenso progresivamente.

Los ataques con objetos punzantes que tanto se ven en pantalla son los menos habituales, mientras que los funcionarios no suelen ser el objetivo directo de las agresiones, sino más bien afectados colaterales por peleas entre internos o fruto de brotes psiquiátricos. Las prisiones hoy en día cuentan con muchos mecanismos de seguridad y personal cualificado para evitar llegar a este tipo de situaciones, y los datos avalan que son efectivos.

RECIBES LA FORMACIÓN NECESARIA EN EL PERIODO DE PRÁCTICAS

El periodo de prácticas está pensado para que los recién aprobados descubran si tienen madera de funcionarios de prisiones y aprendan las bases de la profesión. La defensa personal es una de las materias que se imparten durante las prácticas tuteladas de la mano de un instructor que enseña los mecanismos necesarios para poder sentirnos seguros de nosotros mismos y saber reaccionar ante una situación peligrosa.

Entre otras cosas, se instruye en la utilización de la defensa de goma, de las esposas y correas de sujeción mecánica, de los sprays de acción adecuada y de los equipos de protección; además de enseñar a defenderse en ataques con objetos peligrosos, en el cuerpo a cuerpo, ante un intento de ahogamiento, etc.

Además, cada año se ofertan cursos formativos gratuitos y que además suelen dar puntos de cara a los concursos.

Lo más probable es que durante toda su carrera penitenciaria un funcionario nunca tenga que utilizar estos conocimientos, pero tenerlos siempre aporta más seguridad y tranquilidad, e incluso muchos optan por recibir formación adicional en gimnasios.

LAS CÁRCELES ESPAÑOLAS SON SEGURAS

Estamos acostumbrados a ver por televisión reportajes de prisiones de países mucho menos garantistas que España donde el hacinamiento, las malas condiciones higiénicas y el diseño del sistema penitenciario son el caldo de cultivo perfecto para que surjan los enfrentamientos y las agresiones tanto entre internos como hacia los propios funcionarios.

Sin embargo, la Constitución Española defiende la reinserción y la rehabilitación como los principales objetivos de las penas privativas de libertad, lo que hace que reine un ambiente mucho más agradable y seguro que garantiza que ser funcionario de prisiones no sea peligroso.

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El Código Penal español es de los más punitivos de Europa, lo que hace que los reclusos estén cumpliendo condena por delitos muy variados y que no todos tengan un origen violento. Además, la legislación garantiza unas condiciones dignas para las prisiones privadas de libertad, así como la asistencia sanitaria necesaria en caso de patologías psiquiátricas, y todo ello hace que la problemática de las agresiones baje de forma palpable.

¿QUÉ CÁRCELES ESPAÑOLAS SON MÁS INSEGURAS?

Si bien de forma general puede decirse que no es peligroso ser funcionario de prisiones, es cierto que las agresiones se concentran más en unas que en otras, y los datos arrojan que las cárceles más conflictivas son Soto del Real y Estremera, que registraron 79 agresiones a funcionarios de prisiones cada una en el periodo de tiempo comprendido entre 2010 y 2017, seguidas de las siguientes:

  • A Lama (Pontevedra): 48 agresiones.
  • Puerto III (Cádiz): 46 agresiones.
  • Córdoba: 45 agresiones.
  • Puerto I (Cádiz): 45 agresiones.
  • Albolote (Granada): 41 agresiones.
  • Alicante II: 40 agresiones.
  • Valencia: 40 agresiones.
  • Zuera (Zaragoza): 23 agresiones.

Al ser la prisión un ambiente de trabajo excepcional, conviene que cuentes con la mejor formación para prepararte no solo para las pruebas selectivas, sino de cara a tu futuro laboral. En Forvide estaremos encantados de ayudarte con esta tarea, aquí puedes contactar con nosotros.

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